miércoles, 27 de enero de 2010

LA COMPRENSIÓN LECTORA Y EL ÉXITO ESCOLAR

Lic. Mario Antonio Anaya Raymundo
Lic. Janeth Evelyn Guerrero Morales
“Para muchos alumnos de la escuela de hoy la lectura puede ser un acto penoso y desagradable sobre el cual no se tiene control”. (Pinzás, Juana.)


Es frecuente observar en la mayoría de las aulas el fracaso en comprensión lectora. A pesar de los diversos esfuerzos, los logros en comprensión de lectura de los estudiantes se mantienen significativamente por debajo del nivel esperado. Es válido entonces preguntarse qué está pasando y, qué podemos hacer para superar esa situación. ¿Cómo enfrentarnos, como docentes, al gran desconcierto de preguntarnos: si nuestros estudiantes saben leer, por qué no comprenden?, ¿Qué podemos hacer para facilitar que se lea más y, sobre todo, que se lea comprendiendo?, ¿Cómo ayudar a quienes ya saben decodificar pero entienden sólo a un nivel básico?, ¿Qué y cómo enseñarles para que puedan aprender de lo que leen?

Las preguntas anteriores orientaran nuestras ideas para reconocer el nivel de preponderancia que tiene la lectura y la comprensión en el ámbito educativo, ya que es la principal fuente del aprendizaje y del conocimiento. “Entonces, podemos reconocer que ambos son poderosos procesos que se encuentran integrados y que de éstos depende en gran manera el éxito escolar” (Jaramillo, 2002:20).

Después de esta aseveración, podemos decir que la comprensión lectora se relaciona estrechamente con el éxito en el rendimiento escolar. El bajo rendimiento en comprensión lectora ocasiona graves consecuencias en todo el proceso del aprendizaje. El mal lector, o antilector, tiende a fracasar en las materias que requieren distintos niveles de comprensión. A medida que avanza la enseñanza, se observa una relación entre los estudiantes buenos para comprender y los que alcanzan el éxito escolar.

Existen diferentes definiciones respecto a la comprensión lectora. Según David Cooper (1990), la interacción entre el lector y el texto es el fundamento de la comprensión, pues a través de ella el lector relaciona la información que el autor le presenta con la información almacenada en su mente. Es decir, para Cooper, la comprensión es el proceso de elaborar el significado por la vía de aprehender las ideas relevantes del texto y relacionarlas con las ideas que ya tiene el lector, o también, es el proceso de relacionar la información nueva con la antigua.

Así, para Isabel Solé (2000), en la comprensión lectora interviene tanto el texto, su forma y su contenido, como el lector, con sus expectativas y sus conocimientos previos. Pues para leer se necesita, simultáneamente, descodificar y aportar al texto nuestros objetivos, ideas y experiencias previas; también, implicarnos en un proceso de predicción e inferencia continuo, que se apoya en la información que aporta el texto y en nuestras propias experiencias. Resaltando ella, no sólo el conocimiento previo, sino también las expectativas, predicciones y objetivos del lector así como las características del texto a leer.

Igualmente, para Gladys Stella López (Martínez, M., 1997), la comprensión de la lectura debe entenderse como un proceso gradual y estratégico de creación de sentido, a partir de la interacción del lector con el texto en un contexto particular, interacción mediada por su propósito de lectura, sus expectativas y su conocimiento previo. Interacción que lleva al lector a involucrarse en una serie de procesos inferenciales necesarios para ir construyendo, a medida que va leyendo, una representación o interpretación de lo que el texto describe. Agregando, a lo que ya refirieron los autores mencionados, las ideas de contexto, estrategia y de procesos inferenciales, enriqueciendo así el contenido de la comprensión lectora.

En síntesis, la comprensión lectora o, como dicen otros autores la lectura comprensiva, se puede considerar como un proceso complejo de interacción dialéctica entre el lector y el texto. Proceso en el cual juega un papel principal y decisivo el lector activo con sus objetivos o metas, predicciones, inferencias, estrategias o habilidades cognitivas, expectativas y sobre todo, con sus conocimientos o información previa.

Desde este punto de vista de la definición, podemos afirmar deciir el estudiante con baja capacidad de comprensión lectora le da igual leer para estudiar, que leer para tener una idea global del contenido del texto, o para constatar si ciertas palabras están presentes en el texto. En otras palabras: lee sin una meta en la cabeza y, por tanto, sin realizar un esfuerzo en buscar significados.

Dado que la lectura es un proceso básicamente individual, podemos reconocer que, para su eficacia, dependerá de las características personales del lector para lograr comprender lo que lee a través de subprocesos que interactúan entre sí, relacionando los procesos cognitivos y el interés entre la interacción del texto y el lector.

Siendo así, destacamos el aporte de J. Pinzás (1995:40) quien sostiene que la lectura comprensiva: “Es un proceso constructivo, interactivo, estratégico y metacognitivo. Es constructiva porque es un proceso activo de elaboración de interpretaciones del texto y sus partes. Es interactiva porque la información previa del lector y la que ofrece el texto se complementan en la elaboración de significados. Es estratégica porque varía según la meta, la naturaleza del material y la familiaridad del lector con el tema. Es metacognitiva porque implica controlar los propios procesos de pensamiento para asegurarse que la comprensión fluya sin problemas. “

Asimismo, J. Pinzás (1995:40) afirma que la comprensión lectora está determinada por la capacidad que tiene cada lector para comprender el tema que se trata, por la posición que manifiesta el lector frente al tema, por su contenido, así como el valor de lo leído y de acuerdo con el uso que haga de lo comprendido. De esta forma, la facilidad y la precisión con que se comprende dependerá de tres factores: i. El esquema o conocimiento previo (incluyendo vocabulario) del lector, que sea pertinente para el contenido del texto; ii. Texto con contenido claro, coherente y con estructura familiar y ordenada; y iii. Estrategias o habilidades cognitivas inextricablemente relacionadas, que permite al lector intensificar la comprensión y el recuerdo de lo que lee.

Otro aspecto importante es la evaluación de la comprensión lectora que tiene una serie de problemas, derivados en su mayoría, de la falta de un marco teórico adecuado que permita establecer qué aspectos se ven implicados en la misma. Entre los estudios realizados al respecto podemos mencionar el desarrollo de la taxonomía de Barret, quien incluyó las dimensiones cognitivas para la evaluación de la comprensión lectora mediante preguntas. A continuación mencionamos las dimensiones propuestas por Barret y adaptadas por Condemarín : comprensión literal (reconocimiento y recuerdo), reorganización de la información (clasificación, esquematización, resumen), comprensión inferencial (conjeturas e hipótesis), comprensión crítica (juicios de realidad / fantasía o juicios de valor) y apreciación (conciencia del impacto psicológico o estético que el texto ha producido). Estas dimensiones permitirán al lector conocer el significado de las palabras, activar los conocimientos previos, formular inferencias, captar el propósito del autor, desarrollar su criticidad, creatividad e imaginación, mediante la organización de ideas. Siendo así, el lector podrá ir midiendo su avance hasta llegar a una interacción que genere la comprensión del texto.

Finalmente, consideramos que la Educación de hoy, no debe limitarse solo en preocuparse de brindar o proporcionar a los alumnos materiales e infraestructura educativa a fin de mejorar la calidad educativa, sino que debe considerar en brindar herramientas útiles y duraderas para su desempeño futuro, sea como profesional o ciudadano, que contribuya de esta forma al desarrollo de su familia y el del país. Aprender a leer y comprender lo que se lee, es un objetivo educativo importante, tanto para niños y niñas, como para adultos; así la comprensión lectora abre puertas a nuevos mundos y a nuevas oportunidades, pues nos permite obtener nuevo conocimiento, disfrutar la literatura y hacer tareas cotidianas que forman parte de la vida moderna.
Nuestro compromiso como docentes es brindar a nuestros alumnos los elementos necesarios para obtener excelentes lectores, habilitados para el éxito académico y el aprendizaje integral.

2 comentarios:

  1. plop.
    mucha teoria y poco contenido.
    la lectura es tomar un libro y leerlo.sin presiones, sin evaluaciones de por medio, el lector es una forma de vida. EN CUANTO A LA COMPRENCION.cuantas interpretaciones tiene el quijote de la mancha, muchas seguro. La funcion de un profesor es mostrar tales interpretaciones y esperar otras interpretaciones por parte de los alumnos

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